En resumen, obra de egoísmo y ternura, de fraternidad tan relegada.

Conversaciones intercaladas de los chic@s del club:
Estaban en el cielo y Dios le preguntó al ruiseñor y a la golondrina: ¿por qué estáis aquí?, ellos le contestaron: nos sacrificamos por la belleza del Amor.

El molinero dice: ¿me darías un Kg de arroz?
y el gigante contestó: sí, pero a cambio de que dejes jugar a mi hijo en tu jardín.
Me parece buena idea pero tendrás que cuidar el jardín.
Estoy de acuerdo.
Y al final todos salieron beneficiados.

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