En la literatura infantil aparece en incontables ocasiones, siendo el monstruo una gran influencia en el desarrollo del niño.
Son personajes fascinantes porque personifican las emociones más ocultas en el inconsciente humano. En ellos toma forma la soledad, inseguridad, rabia, envidia... el miedo a ser aquello que no deberíamos ser.
A veces lo encontramos debajo de la cama, dentro de un armario. Pueden convivir con nosotros como uno más.
De una manera u otra nos fascinan a grandes y pequeños. Leer sus aventuras nos ayuda a reconocer "ese monstruo" que todos llevamos dentro. Puede que entonces se convierta en uno de nuestros mejores amigos.