
Al llegar a la biblioteca, el monstruo escucha que la bibliotecaria les cuenta a los chicos un cuento en el que un sapo se transforma en príncipe. Tomando la idea de allí, el monstruo le hace creer a la bibliotecaria que él también está bajo el influjo de un hechizo, pero es una broma...
Si un monstruo y una bibliotecaria pueden hacerse amigos y convivir, cualquier relación es posible mientras prime la colaboración y el respeto mutuos.
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