Jaguar y Águila se habían atrevido a solicitar algo de los dioses sin ofrecer nada a cambio. ¿Qué fue lo que demandaron?.
- Los tres huevos del nido- dijo Nadia sin vacilar.
-Y el agua de la salud- agregó Alex, pensando en su madre.
Las Bestias parecían desconcertadas y molestas ante las peticiones de los forasteros. Walimai no sabía qué hacer por disculparse ante ellas pero no logró aplacar los ánimos. ¿Qué les ofrecieron al fin Alex y Nadia?. Él la música que tocó con la flauta del abuelo y, que jamás lo había hecho tan bien, y ella danzó como nunca creyó que lo pudiera hacer.
La Bestias nunca habían recibido un regalo tan grandioso.
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